EL NIÑO PERDIDO
(19-3-17)
cuento
Había
una vez, en el cuerpo de un hombre, un niño perdido.
Ese
hombre, caminaba por la vida errante, sombrío sin ilusión. Ya su vida, casi
estaba llegando al fin, en su mente, comenzó a divagar a través de esos pensamientos
que acudían a él, en un amplio resumen de su vida.
Su
dolorosa infancia, sus experiencias
equivocadas en la adolescencia,
una juventud regida por malas actitudes, por decisiones desacertadas, dejándose
llevar por el resentimiento y la pena, y
así siguió su vida, sin encontrar el rumbo.
Hasta
ese preciso momento donde ya parecía que nada podía hacer por él mismo, en que la soledad y la angustia eran sus leales
compañeras.
Aparece
una brisa suave, dulce, tierna, alguien que lo saluda, sin conocerlo, le
sonríe, y al hacerlo su sonrisa, le ilumina el rostro. Este hombre sin nombre,
el cual había olvidado, porque nadie lo nombraba. Levanta la cabeza, se
asombra, ve a su lado, a una persona joven, llena de vida, sonriente, que lo
mira a los ojos….
Sorprendido,
saluda tímidamente, sin entender.
Aquella
joven, además de compartir su encantadora sonrisa, lleva en sus manos una
vianda, que no solo llevaba el alimento, sino también una bendición de amor, extiende
sus brazos, y se la ofrece. Él no acostumbrado a recibir… la toma en sus manos,
aunque no necesita comida, estaba agradecido, ¡sorprendido!
Esta
muchacha no solo le ofrece el alimento, sino que se detiene para charlar con él
unos minutos, se sientan en un lugar cualquiera, él le cuenta de su vida, así,
como así, naturalmente, ella atenta, lo escucha sin perder detalle.
Deja
que él termine su relato, sin prisa, al finalizar, ella toma la palabra, y le
dice, toda tu vida, viviste con miedo. Ese
miedo, es el que te hizo actuar así, con rabia, con dolor, con angustia. Tenias
miedo, porque creíste que estabas solo, has vivido en la ilusión de la soledad.
Te sentías abandonado. Pero hoy, el destino quiso que nos encontráramos para que
pudiera darte esta palabra ¡eres poderoso! Has buscado siempre en tu
exterior te has olvidado de ti mismo, de
ese niño que palpita en ti, del Ser
grandioso que eres.
Tienes
en tu interior todo cuanto anhelas.
También el poder de llegar a todo aquello que
deseas.
¿Pero
cómo he de hacerlo? Si en tantos años de vida, nada pude lograr.
Pues
tú no sabías que eres un Ser Único e Irrepetible, que solo tienes que creer en
ello, para que estas palabras tomen vida dentro de ti.
Que
tienes, a pesar de tus años, todo el potencial, eres la semilla, que aún no ha
germinado.
Inspira
profundo por favor, siente el aliento de la vida, dentro de ti, exhala con tu
boca abierta, para que tu exhalación, se lleve todo tu dolor, toda la tristeza,
la soledad. Ves, todo mejora, todo se puede lograr, porque si sonríes,
atraes a tu vida, personas que también sonríen y tienen fe en la vida, como
ahora comienzas a sentirlo tú.
-El
hombre sonríe- ¡huy cuanto hace que no sonrío! Exclama.
Ya
había olvidado cómo hacerlo. ¡Gracias! Sin dudas, este encuentro, cambió la
vida de este ser.
Y
muestra la importancia de una palabra, de una mirada a los ojos, a ese que pasa
a nuestro lado, sin ver.
BEATRIZ ANGÉLICA LUNA
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